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En el último país de América en abolir la esclavitud, en 1888, la comunidad negra y mulata representa más de la mitad de la población, pero es también la que más muere, menos gana y más sufre con el desempleo en Brasil, donde centenas de personas se han congregado este lunes en diferentes ciudades para conmemorar el Día de la Conciencia Negra, una celebración que recuerda el asesinato en 1695 de Zumbi dos Palmares, un negro que gobernó una posteriormente fracasada “república” de esclavos libres en el noreste del país.
A pesar de ser mayoría en un país de más de 200 millones de habitantes, la población negra enfrenta otras barreras: está menos escolarizada, tiene más dificultades a la hora de conseguir un empleo y recibe salarios más bajos que los de los blancos, incluso cuando poseen el mismo grado de escolaridad.
La población negra está menos escolarizada, tiene más dificultades para emplearse y recibe salarios más bajosLos hombres negros con estudios superiores ganan de media un 29 % menos que los blancos, mientras que la diferencia es del 27 % entre las mujeres de diferentes razas en Brasil, de acuerdo con un estudio de Locomotiva.
En el mapa del desempleo, además, los negros y mulatos representan el 63,7 % del total de parados en Brasil, lo que equivale a 8,3 de los 13 millones de personas sin empleo que había en el país en el tercer trimestre del año, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.
Las estadísticas demuestran también la desigualdad en el mundo empresarial: los negros ocupan tan solo el 4,7 % de los cargos ejecutivos y el 6,5 % de los puestos de gerencia, señala un estudio del instituto Ethos realizado entre las 500 mayores empresas de Brasil.
Según las últimas estadísticas divulgadas por la ONU, siete de cada diez personas asesinadas en Brasil son negras y cerca de 23.000 jóvenes negros mueren violentamente cada año en el país, lo que equivale a uno a cada 23 minutos. Además, mientras que la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes cayó en un 12 % para los no negros entre 2005 y 2015 en Brasil, la de los negros subió en un 18 % en el mismo período, unas cifras que, según la ONU, demuestran “el peso del racismo en el actual escenario de violencia en el país”. En este sentido, según el Atlas de la Violencia publicado este año, un negro tiene 23,5 % más de probabilidad de sufrir un asesinato en comparación con ciudadanos de otras razas, sin contar la edad, sexo, escolaridad, estado civil y barrio de residencia.
Los negros ocupan solo el 4,7% de los cargos ejecutivos en Brasil. “La población negra tiene más presencia en los cargos de prácticas y aprendizaje. En los cargos de gerencia hay una disminución. Las mujeres negras, además, sólo ocupan el 0,4 % de los cargos ejecutivos”, ha explicado a Efe Sheila de Carvalho, coordinadora en proyectos en prácticas empresariales y políticas de Derechos Humanos del instituto Ethos. “Si las políticas de inserción continúan a ese ritmo, solo se va conseguir la igualdad entre negros y blancos en el mercado de trabajo en 80 años”, ha precisado. Para Carvalho, la desigualdad entre negros y blancos en las empresas es resultado de un “racismo estructural”.
(La Vanguardia)